Diseñado por el estudio OMA, el conjunto de viviendas The Interlace acaba de ser consagrado como el Mejor Edificio del Mundo 2015 en el Festival Mundial de Arquitectura (WAF).
Ubicado en Singapur, los autores, liderados por el arquitecto Ole Scheeren, plantearon una alternativa distinta a la que predomina para este tipo de emprendimientos en el país: en vez de hacer torres en altura aisladas una de otra, eligieron trabajar con bloques de departamentos, cada uno de 6 pisos de altos y 70 metros de largo, de manera tal que la vertical se hace horizontal.
El resultado es una red de espacios abiertos y cerrados entrelazados entre sí, generando un complejo rico en sensaciones y contrastes.
Los 31 bloques se dispusieron de forma hexagonal, delimitando ocho grandes patios. De esta forma se crean sectores verdes en distintos niveles, materializados en la forma de jardines públicos como así terrazas privadas.
El complejo de 1.040 departamentos de distinto tamaño está implantado sobre un terreno de casi 170 mil metros cuadrados, ubicado sobre una sierra en el sur del país. El diseño contempla a su vez tanto la privacidad de los usuarios, asegurada por la distancia entre bloques y las visuales que cada unidad tiene hacia el horizonte, como la vida comunitaria del lugar, para lo cual existen plazas y reductos para interacción, la recreación y el ocio. Para Scheeren, la obra busca cumplir con unos de los mayores desafíos de la vida contemporánea, que es conseguir el equilibrio entre lo privado y lo público.
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